Estancia de una semana en familia, la casa es maravillosa, decorada con mucho gusto, con todo lo necesario para estar muy cĂłmodamente, luminosa, no le falta ningĂșn detalle, camas muy cĂłmodas, todo muy limpio en definitiva no se necesita nada mĂĄs. La zona exterior es increĂble porche delantero para sentarse y disfrutar del maravilloso jardĂn, cuidado al detalle, asĂ como de las vistas. Piscina ideal con un cenador al lado para tomar algo mientras te bañas. Y una terraza trasera junto a la barbacoa para comer o cenar al aire libre.
La ubicaciĂłn de la casa es increĂble, en el centro de la isla, en un paraje natural de extraordinaria belleza, con una tranquilidad difĂcil de encontrar hoy dĂa, descanso y relax garantizado. Hay asimismo una granja cercana a la casa con varios animales, a los cuales nuestro hijo ha dado de comer todos los dĂas disfrutando muchĂsimo del contacto tan directo con la naturaleza, cogĂa huevos a diario de las gallinas.
Y lo mejor de la casa Alejandro y su madre Alejandra, derrochan amabilidad por los cuatro costados, siempre predispuestos a cualquier cosa que necesitaramos, Alejandro nos trajo pescado fresco, queso reciĂ©n elaborado de una granja cercana, nos facilito productos locales, mil gracias por todo, no nos habĂamos sentido tan cĂłmodos y como en casa en ni gun sitio, se echarĂĄn de menos esas charlas en el porche.
En definitiva es una casa ideal para desconectar, relajarte, disfrutar de la tranquilidad, estar en contacto con la naturaleza y con los animales, y asimismo sentirte tratado como si estuvieras en tu propia casa. Volveremos sin duda.