La casa es muy agradable, la terraza es una maravilla, parece imposible tener tanta tranquilidad cuando a dos calles hay tanto bullicio, estĂĄs en un tranquilo pueblo y sin embargo tienes todos los servicios y restaurantes (y la playa) a un paso. La casera es muy amable y al vivir al lado estĂĄ fĂĄcilmente disponible si hace falta algo. Pone mucho interĂ©s en que estĂ©s a gusto y que, por ejemplo, haya todo tipo de productos de limpieza, papel higiĂ©nico, servilletas, bolsas de basura... AdemĂĄs de vajilla y cubiertos de sobra. Como inconvenientes dirĂa que para dos adultos y tres niños es justo, pues aunque una de las camas es grande, con el movimiento nocturno no creo que hubiera funcionado y al pequeño lo pusimos en el sofĂĄ (para lo que Mery sin ningĂșn problema nos dio sĂĄbanas). QuizĂĄ para un futuro estarĂa bien un sillĂłn-cama o similar. En la terraza harĂa falta una sombrilla, pues el toldo no sirve en el desayuno cuando el sol estĂĄ oblicuo, ya nos ha dicho que lo harĂĄ. Y lo mejor serĂĄ cuando abra un portĂłn para meter el coche (esto es idea suya), pues aparcar en la zona es complicado.